La Diócesis de Tepic, ocupada en la constante capacitación de sus sacerdotes, realizó el primero de dos talleres de comunicación, titulados: “Taller de Comunicación Institucional e Interpersonal para el Presbiterio”. Este taller se llevó a cabo del 6 al 8 de mayo en Puerto Vallarta, Jalisco, y participaron más de 25 sacerdotes.


El Taller

El taller fue impartido y dirigido por dos miembros de la Comisión Diocesana de Comunicación: los padres Rafael Rentería y Juan Luis Casillas, ambos egresados de la Facultad de Comunicación Social Institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Croce en Roma, Italia. Apoyados además por especialistas en materia de redes sociales, comunicación organizacional, marketing digital y psicología; entre los más destacados se contó con el apoyo del Psicólogo Católico Ernesto Cuervo Pérez.

El objetivo de estos talleres es preparar a los sacerdotes para un mejor manejo de la comunicación interna, comunicación entre sus parroquias, equipos de apoyo y, sobre todo, con los fieles.

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    Se tocaron temas de actualización como la elaboración de una homilía, la creación de un discurso concreto y con mayor contenido al usual; el uso correcto de redes sociales como una herramienta de evangelización; y la importancia de un perfil congruente con la identidad sacerdotal. Todos en base a los documentos de las Jornadas Mundiales para las Comunicaciones Sociales; en especial tomados de los mensajes de los años 2010, 2013 y 2014. 


    La invitación

    Fueron 3 días de trabajo provechoso.

    Antes de finalizar el taller, el Señor Obispo de Tepic, Mons. Luis Artemio Flores Calzada, dirigió un pequeño mensaje, invitando a sus sacerdotes a aprovechar todas las herramientas posibles para la evangelización y ser siempre coherentes con la imagen de Cristo Resucitado.


    Próximo Taller

    El próximo taller, para los sacerdotes que no pudieron participar en el recién concluido, se llevará a cabo en la ciudad de Tepic, Nayarit, del 3 al 5 de junio. 

    Oramos para que los sacerdotes asistentes reciban el Espíritu Santo y aprovechen estos encuentros para su propio bien, de sus comunidades, de la Iglesia y de la sociedad.