El Papa Francisco continúa haciendo historia.
Así como lo fue cuando medió conflictos como el de Estados Unidos y Cuba, o cuando protagonizó encuentros únicos como la visita al Vaticano de los líderes de Israel y de Palestina, recientemente el Sumo Pontífice ha visitado los Emiratos Árabes Unidos, convirtiéndose en el primer líder de la Iglesia Católica en pisar la península arábiga, cuna del Islam.
Preparando el camino
Antes de partir –y aun desde el Vaticano–, Francisco hacía un llamado urgente al alto al fuego en Yemen, y para “que los alimentos y medicamentos lleguen a su pueblo, que está sufriendo la peor crisis humanitaria del mundo”.
Ya en el avión –y antes de elevar el vuelo– replicó en un twitt: "Estoy partiendo hacia los Emiratos Árabes Unidos. Me dirijo a ese país como un hermano para escribir juntos una página de diálogo y recorrer juntos los caminos de paz. ¡Oren por mí!".
Recordemos que Emiratos es el principal aliado de Arabia Saudita en su campaña bélica en Yemen y, al realizar las declaraciones en el Vaticano, Francisco evitó avergonzar a sus anfitriones con una denuncia pública sobre el costo humanitario de la guerra mientras se encontrara en la región.
Francisco llegó a la capital en medio de una admirable algarabía de parte de sus anfitriones para iniciar esta histórica visita, marcada por el diálogo entre religiones. Fue recibido con un saludo de artillería mientras Guardas a caballo lo escoltaron a través de los jardines de palacio, al mismo tiempo que los aviones dejaban un rastro amarillo y blanco en el cielo, los colores de la bandera del Vaticano.
“En el nombre de Dios…”
En su alocución inaugural, el sumo pontífice exhortó a la colectividad a evitar el uso de la violencia contra el prójimo, destacando que no existe excusa alguna para alentar el odio entre hermanos. Así mismo, hizo un amplio llamado a los líderes cristianos y musulmanes para que trabajen juntos en favor de la paz y en contra la guerra. “En el nombre del Dios creador, hay que condenar sin vacilación toda forma de violencia, porque usar el nombre de Dios para justificar el odio y la violencia contra el hermano es una grave profanación. No hay violencia que encuentre justificación en la religión”, afirmó.
La importancia de la visita
El momento culmen de la visita se dio con la primera misa al aire libre en la península arábiga, llamada por algunos la mayor muestra pública de fe cristiana, donde cerca de 150.000 personas se reunieron en el estadio principal de Abu Dhabi para participar en ella. Allí, Francisco dio las gracias a la comunidad católica de los Emiratos “por el modo como viven el Evangelio”, y dijo: “Se dice que entre el Evangelio escrito y el que se vive existe la misma diferencia que entre la música escrita y la interpretada”.
El santo padre centró su homilía en las bienaventuranzas y explicó que “si estás con Jesús; si amas escuchar su palabra; si buscas vivirla cada día, eres bienaventurado”, y agregó: “Las Bienaventuranzas son una ruta de vida: no nos exigen acciones sobrehumanas, sino que imitemos a Jesús cada día. Es la santidad de la vida cotidiana, que no tiene necesidad de milagros ni de signos extraordinarios”.
Además pronunció: “Jesús, que los llama bienaventurados, les da la gracia de seguir siempre adelante sin desanimaros, creciendo en el amor mutuo y en el amor a todos”.
También les recordó las enseñanzas de san Francisco de Asís, un referente constante en esta visita, porque hace ocho siglos el santo acudió a Egipto para tender puentes con el sultán de los musulmanes Malik al Kamil. Y pidió a las comunidades cristianas: "sean oasis de paz en la tierra desértica de la península arábiga"; y finalizó diciendo: “las religiones construirán el futuro o no habrá futuro”.
Religión, diálogo y paz
El santo Padre y el Gran Imán de Al Azhar –institución más importante del islam sunita–, el jeque Ahmed al-Tayeb, firmaron a nombre de su pueblo “El Documento de Fraternidad Humana”, que es una declaración de intenciones para promover el diálogo y la paz entre las religiones y en la que comprometieron los esfuerzos para luchar contra el extremismo.
Sobre el documento y ante la prensa, el Papa Francisco comentó: “Diré que he encontrado buena voluntad para el comienzo de los procesos de paz. El documento ha sido preparado con mucha reflexión y también rezando, ya sea el gran imán con su equipo y yo con el mío. Hemos rezado mucho para lograr hacer este documento porque para mí hay un sólo peligro grande en este momento: la destrucción, la guerra, el odio entre nosotros. Y si nosotros los creyentes no somos capaces de darnos la mano, abrazarnos, besarnos y también rezar, nuestra fe será traicionada. Este documento nace de la fe en Dios que es Padre de todos, y Padre de la paz, y condena toda destrucción, todo terrorismo”.
A poco de partir de regreso al Vaticano, Francisco envió un telegrama al presidente Jalifa bin Zayed al Nahyan, al que agradeció la "cálida acogida y generosa hospitalidad" y deseó bendiciones para su pueblo.
