Colaborador: Román Ramírez

La Piedad es una escultura creada por el pintor y escultor florentino Miguel Ángel Buonarroti en el año 1499, cuando tenía 24 años de edad. Representa el dolor de la Virgen María al sostener en sus brazos el cadáver de su hijo Jesucristo después de que es bajado de la cruz.


¿Qué representa?

En la escultura, Miguel Ángel utiliza la estética grecorromana clásica, al hacer que la Virgen María y Jesucristo expresen serenidad, una aparente ausencia del dolor y del sufrimiento y de equilibrio, estilo que contrasta con la mentalidad de las personas, al imaginar una escena de dolor como ésta.

La escultura está hecha con una Virgen María sosteniendo en sus brazos a su Hijo Jesucristo muerto, a escala natural, realizada a partir de un solo bloque de mármol blanco, extraído de las montañas de Carrara, famosa por la gran calidad de su mármol. 

La figura de Jesucristo, con cabeza y brazo inclinado hacia el lado derecho, se armoniza con la figura de la Virgen María, envuelta en telas gruesas llenas de pliegues inclinados hacia la izquierda.

La cara de Jesucristo representa a la naturaleza humana, común en su despojo mortal. La cara inmaculada y extremadamente joven de la Virgen María, según afirmaba Miguel Ángel, es una forma de simbolizar la eterna virginidad de María. Se cuenta que Miguel Ángel creía que las personas que se enamoran de Dios y se consagran a Él en cuerpo y alma son eternamente jóvenes.

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    La escultura tiene 195 centímetros de ancho y 174 centímetros de alto. La composición de La Piedad está basada en un triángulo equilátero sobre una base elíptica. Esto le da a la pieza equilibrio y estabilidad, pues la obra, de bulto redondo, permite un desplazamiento visual alrededor de la pieza, y fue diseñada especialmente para una contemplación frontal.

    La escultura fue un encargo del Cardenal de Saint-Denis, cuyo propósito era colocarla en la Basílica de San Pedro en Roma. 

    La Piedad es la primera y única obra firmada por Miguel Ángel. Decidió grabar su nombre en la escultura la misma noche en que escuchó a alguien afirmar que dicha obra no era de su autoría.

    La obra se encuentra actualmente en la capilla del Crucifijo, de la Basílica de San Pedro del Vaticano, en Roma, Italia.