Este 12 de octubre del 2021, la comunidad parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe, en Puerto Vallarta, Jalisco, cumplió el primer centenario de haber sido erigida canónicamente. 

Alrededor de las 7:00 de la tarde arribó al centro de la ciudad de Puerto Vallarta el Nuncio Apostólico, Monseñor Franco Coppola, representante del Papa aquí en México, quien posterior a ser recibido por el obispo diocesano, Don Luis Artemio Flores Calzada, y por el párroco de la comunidad, el padre Roberto Cordero Robles, se dirigió caminando al templo parroquial para dar inicio con la celebración eucarística. 

Una indulgencia plenaria

Con motivo del centenario de la Parroquia Madre de las parroquias de este puerto turístico, el Papa Francisco concedió la indulgencia plenaria durante este año jubilar. Al inicio de la celebración se hizo la apertura de la Puerta Santa, por donde han de pasar los fieles que visiten el templo parroquial y donde han de cumplir los demás requisitos para ganar la indulgencia plenaria para sí mismos y para sus seres queridos difuntos. 

En la Eucaristía, además de Don Luis Artemio Flores, participaron varios sacerdotes de la Diócesis de Tepic, principalmente de la ciudad de Puerto Vallarta, así como varias autoridades civiles y varios directores de gremios empresariales y educativos. 

Sean verdaderos padres”

En la homilía, Monseñor Coppola resaltó la presencia de María en la vida de todos los católicos, la importancia del servicio que se ha de prestar a todos los hermanos y de acudir al encuentro del que necesita; también exhortó a los sacerdotes a ser verdaderos padres” que atiendan a sus hijos, preocupándose particularmente por los hijos que por alguna razón se han alejado de la Iglesia.

Al finalizar la celebración, el Nuncio Apostólico replicó la bendición que únicamente el Papa tiene la facultad de otorgar a los fieles en una celebración de esta naturaleza, pero que a él, como su representante en nuestro País, le es permitido impartir. 

Siguiendo las restricciones de sanidad y en un ambiente fraterno, se concluyó con una cena y algunos números de folklor.